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¿Qué supone emigrar?

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que supone emigrar

Los procesos migratorios han existido desde nuestros más antiguos ancestros. Es uno de los procesos básicos y primarios para el desarrollo de países y culturas. Y por ello, los seres humanos tenemos una gran capacidad de adaptación y de desarrollo en dichos procesos.

No obstante, tiene una doble vertiente o cara, y es que, a pesar de que en la mayoría de los casos el emigrar viene dado para una mejora a nivel personal, profesional, social…o todas. Tiene ese lado oscuro en el que suele ocurrir el DUELO MIGRATORIO.

El duelo puede considerarse como un trastorno de adaptación a una nueva vida, manifestando ciertos síntomas tales como; tristeza, llanto, cambios emocionales o de humor, sentimientos de culpa, somatizaciones…

Es un proceso natural de pérdida (como cualquier tipo de duelo) dinámico y activo, no es un estado, aunque con ciertas características que lo diferencian de otros. Y el cual si se prolonga en el tiempo (más de un año) y se dan una serie de síntomas inusuales sí puede generar un trastorno depresivo u otro.

Existen cuatro etapas de los procesos psicológicos vinculadas al proceso de migración:

  1. LA LUNA DE MIEL: ocurre al llegar al nuevo país de destino, y se vive con cierta actitud de “enamoramiento”, debido a las altas expectativas y esperanzas de cambio y mejora. Normalmente quien emigra es por una búsqueda de mejora, por un reto personal o profesional…En esta etapa también puede ocurrir una NEGACIÓN, al no ver la realidad en su totalidad, quedándose con una parte tan sólo.
  2. ETAPA DEPRESIVA/RESISTENCIA: como su nombre indica, en esta etapa el que emigra se empieza a encontrar con un ánimo más bajo, aparecen las quejas, debido a la frustración que supone no conseguir las expectativas, así como a las dificultades del cambio de cultura (mayor cuanto más diferente sea la cultura, idioma, etc). En esta etapa suelen buscarse relaciones sociales con personas del mismo origen o con algo en común (país, idioma…)
  3. ETAPA DE ADAPTACIÓN: en esta etapa se van consolidando las relaciones, las rutinas y hábitos nuevos adquiridos, digamos que el emigrante “se abre” a la nueva cultura, formando vínculos más sólidos (los cuales no tienen que coincidir con los que se tenían a la llegada).
  4. ETAPA DE RESTITUCIÓN: en ésta si se ha resuelto el duelo, se tendrá una visión más equilibrada de ambas culturas, viendo los aspectos positivos y negativos de la cultura de origen y de la de acogida. Y en cambio, si no se resuelve de forma adecuada el duelo existirá una etapa de RECHAZO, bien a la cultura de origen o a la de acogida.

Como seres humanos, ya he citado con anterioridad nuestra gran capacidad para adaptarnos a estos procesos migratorios, para ello existen una serie de procesos o mecanismos psicológicos que suelen estar relacionados con el proceso de mantenimiento de las relaciones con otros y el de identidad cultural. De esta manera se presentan cuatro ACTITUDES o ESTRATEGIAS para el PROCESO DE ADAPTACIÓN:

  1. LA INTEGRACIÓN: es la que suele dar menores niveles de estrés y depresión y puede ayudar a la adaptación. Consiste en la identificación equitativa de aspectos de la cultura de origen y de acogida.
  2. LA ASIMILACIÓN: es cuando se adopta de manera completa la cultura del país de acogida y se rechaza o renuncia la de origen.
  3. LA SEPARACIÓN: en esta ocurriría al revés, sería un rechazo completo de la cultura de acogida, conservando tan sólo la de origen. Este procesos puede dificultar la adaptación, provocando mayores niveles de estrés y depresión.
  4. LA MARGINALIZACIÓN: ocurre cuando el que emigra se desvincula de ambas cultura, produciéndose un abandono de toda identificación cultural. Este proceso como podemos imaginar también dificulta la adaptación por parte del inmigrante.

Todo ello dependerá de los mecanismos, recursos y procesos psicológicos, así como de la personalidad que tenga el emigrante, y por su puesto del entorno cercano (un entorno más hostil dará resultados más negativos en el proceso de adaptación y en el estado anímico de la persona que emigra).

que supone emigrar2Otro aspecto es que este proceso que estamos viendo está muy relacionado con procesos y estructuras de nuestra infancia, lo que podemos decir que conlleva una cierta regresión psicológica, pudiendo sentirse más abrumado y llevando actitudes más infantiles, más dependientes, en concreto suelen darse tres aspectos regresivos a tener en cuenta; las conductas dependientes, o bien volverse más sumiso, aquí la persona que emigra tenderá a actuar tal como lo hacía de pequeño ante las figuras de autoridad (los padres normalmente), un segundo aspecto, son las quejas, debido a la frustración y al dolor, y por último, tendríamos a sobrevaloración de las figuras líderes.

El Duelo Migratorio, puede ser un Duelo Recurrente, es decir, el constante ir y venir con el contacto, recuerdos, etc con el país de origen puede llevarnos a un ir y venir también emocional, dando como resultado una dificultad en la elaboración del proceso de separación que conlleva un duelo.

También es un Duelo Múltiple, al ser una de las situaciones en la vida del sujeto que implica más cambios a la vez, entre ellos;

  1. La familia y amigos
  2. La lengua (en los casos en los que el idioma sea diferente)
  3. La cultura (costumbres, valores, religión…)
  4. La tierra (paisaje, colores, olores, luminosidad…)
  5. El estatus social (roles, trabajo, vivienda, posibilidades de trabajo o ascenso socio-laboral…)

Como hemos estado viendo el proceso migratorio conlleva una serie de dificultades que aún en un duelo normal, requiere de tiempo y trabajo por parte de la persona que ha emigrado para su adaptación al nuevo país. No siempre existe este duelo, pero hay que tener en cuenta que el hecho de emigrar es un factor de riesgo.

 

¿QUÉ HACER PARA SUPERAR ESTA ETAPA CON ÉXITO?

Cuando hablo de “pasar una etapa con éxito” no me refiero al hecho de no tener dificultades o no sentir dolor, como hemos visto, es parte del proceso normal de duelo, del proceso de adaptación. Por lo que se trata de no quedarnos estancados, de no “sufrir”, ya que el dolor es inevitable pero el sufrimiento es una opción. Por tanto os voy a dejar algunas pautas que se puede seguir en este tipo de proceso.

Antes de abandonar el pais de origen:

  •  Cerrar esa etapa y ser consciente de lo que se va realizar, realizar despedidas expresando aquello que se siente.
  •  Verlo como una oportunidad. Comenzar a ser lo que uno quiere, sin prejuicios ni juicios sobre nosotros. Se pierde y se gana.
  •  Ser consciente de la valentía que supone emigrar.
  •    Conocer a otros y el contexto de donde vamos.

Una vez en el país de acogida:

  •  Estar ABIERT@ (aprender idioma, cultura, comidas, personas, tradiciones...)
  •  No tener prejuicios.
  •  Ver que TODO SUMA, cada experiencia, cada encuentro y cada momento de soledad.
  •  Buscar integrarse (grupos afines, clases, asociaciones...)
  •  Reflexionar sobre las expectativas que se tenían y ser más realista. Ver cómo nos afectan.
  •  Ver qué está a nuestro alca/o control (actitudes...).
  •    Paciencia (saber que todo proceso conlleva un tiempo; amigos trabajo…).

 

“ Nunca se puede cruzar el océano hasta que se tenga el coraje de perder de vista la costa”

                                                                                                                                                      Cristóbal Colón

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